martes, 20 de enero de 2009

"Tememos que los tibetanos copien a los grupos terroristas"

[Publicado en ADN.es el 28 de marzo de 2008]

Georgina Thynne, del Comité de Apoyo al Tíbet, explica en una entrevista a ADN.es que la desesperación de los tibetanos les empuja a poner en duda 50 años de no violencia | La activista recuerda las violaciones de los derechos humanos pepetrados por el régimen chino y llama a una protesta este sábado



Cuando Georgina Thynne Herrero se comprometió con el Comité de Apoyo al Tíbet (CAT), el director, que conoció cuando ella tenía 17 años, le dijo que en la asociación "hay mucho trabajo, pero no pagamos". Desde entonces, siempre ha trabajado de voluntaria en el Comité, haciendo las labores de traductora -su profesión-, responsable de comunicación y las tareas que hubiera que cumplir.

Ahora con 53 años, esta hispano-británica se indigna con la misma fuerza que en su adolescencia ante las violaciones de los derechos humanos en la región china; entre las cajas de cartón llenas de libros y artículos de propaganda pro Tíbet que cubren el suelo de la sede, llama a todos los españoles a participar en una manifestación convocada este sábado a las 10.00 frente a la Embajada china.

La importancia de los juegos

Pese al estancamiento de la situación en Tíbet desde hace medio siglo, Thynne advierte de un cambio: el mensaje de no violencia del Dalai Lama, el líder espiritual y político de los budistas del Tíbet, ya no convence tanto a las nuevas generaciones.

Las manifestaciones de este año no son las mismas que las que se celebran cada 10 de marzo para conmemorar la invasión del Ejército chino en 1949. En 2008, China tiene una fecha escrita con grandes caracteres en su agenda política: los juegos olímpicos, que se celebrarán en agosto en Pekín.

La cita deportiva debe ser la revelación de la potencia china y de su plena integración en la comunidad internacional. Los tibetanos saben que los occidentales tienen la mirada puesta en Pekín y quieren que desviemos los ojos hacia el sur, donde acusan a los chinos de perpetrar un genocidio cultural.


"Los tibetanos son una minoría en su propia tierra"


"No sólo cultural, sino de un pueblo entero", matiza Thynne. "Y traslados de población que poco a poco van diluyendo la población autóctona del Tíbet". La demografía es una de las cuestiones más polémicas en la región. Las ONG y los especialistas coinciden en señalar que Pekín lleva a cabo un programa de colonización de la zona por chinos de etnia han -la mayoritaria en China-. Pero el régimen afirma que los tibetanos siguen siendo muy mayoritarios en su territorio.

"Son una minoría en su propia tierra", responde la activista, que desgrana las libertades que Pekín niega a los tibetanos: "la libertad de prensa, de expresión, de culto, y los derechos humanos básicos".

Thynne teme que el mensaje pacifista del Dalai Lama deje de convencer a los jóvenes, hartos de no conseguir ningún derecho mediante marchas no violentas. "El temor es que copien a los terroristas", precisa Georgina.

"Los jóvenes y la gente en el exilio están cada vez más hartos y desesperados porque han visto que cincuenta años de no violencia, de manifestaciones pacíficas, de reclamaciones a las Naciones Unidas... no han servido para nada. El temor es que vayan a copiar los grupo terroristas, que pongan bombas para llamar la atención y conseguir algo mediante el miedo".

"Hay que llevar a los responsables ante los tribunales, como se hizo con Pinochet"


Denuncia las "mentiras" de Pekín, que oficialmente permite que los tibetanos, por ser una etnia minoritaria, tengan dos hijos, "pero a la hora de la verdad, no les dejan ni uno. Hay historias espeluznantes de abortos forzosos, esterilizaciones a niñas, a viejas. En la próxima generación no va a haber tibetanos en el Tíbet".

Thynne no se desespera y confía en la justicia internacional. Quiere llevar a los responsables del régimen chino ante los tribunales, "como se hizo con Pinochet". "Presentamos una querella en 2005 ante la Audiencia Nacional: ha sido admitida a trámite", detalla. "Es la única forma para que los dirigentes no se sientan libres para cometer todo tipo de atropellos".

¿Otra Birmania?

Preguntada acerca de las similitudes con Birmania, otro país asiático donde decenas de monjes budistas protagonizaron una rebelión contra el autoritarismo, Thynne dice que "la situación es muy similar", aunque matiza: entonces "los políticos se mojaron y condenaron la represión. Pero nadie se atreve a tocar a China".

Con todo, la traductora sigue creyendo en un posible cambio: aunque los chinos encabezan la economía más dinámica del planeta, "ellos también nos necesitan a nosotros. Es una cosa que se nos olvida. Necesitan lavar su imagen y quieren hacer negocios con nosotros. Se les puede presionar".

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